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Descarbonización y transformación energética de los ayuntamientos. ¿Cómo abordarlo?
El sector energético está llamado a una transformación radical en la lucha contra el cambio climático. Su transformación debe ser el punto clave de las políticas de descarbonización en todos los niveles de la administración pública.
Los objetivos establecidos en el Acuerdo de París suponen un gran reto para el sector de la energía. Es por eso que debe transformarse en un sector bajo en emisiones de carbono, y servir de palanca para la transformación de todo el tejido empresarial y ciudadanía.
Esta deseable transición energética alcanzará a prácticamente todos los sectores de la economía. La descarbonización no solo necesita de nuevos modelos de producción, sino también de cambios importantes en el uso que hacemos de ella.
El objetivo final es alcanzar un modelo energético basado en la eficiencia energética. También en el ahorro y en la sustitución progresiva de combustibles fósiles por energía libre de emisiones.
Pero no hablamos únicamente de reducir emisiones debido a compromisos internacionales. La transición energética es palanca de cambio para reformar el sistema productivo y el tejido industrial de un país. Se mejora así y de manera potencial, la competitividad y sostenibilidad de su economía de cara al futuro. Se debe abogar por una fiscalidad que implemente el principio “quien contamina paga”.
Ciudades y ciudadanos
Son muchas las nuevas oportunidades que esto genera. Se coloca al ciudadano en el centro del cambio, asegurando su plena participación, no solo como consumidor sino también como autoconsumidor. Se progresa así en su empoderamiento y en la democratización energética con las ciudades como principal motor del desarrollo sostenible.
La transformación del sistema energético, y su consecuente descarbonización, traerá consigo ciudades saludables. Ciudades con una movilidad más sostenible y, en general, una mejor calidad de vida. En esta hoja de ruta hacia una economía circular más sostenible, las decisiones individuales de todos y cada uno de nosotros serán claves para afrontar el mayor reto al que se enfrenta la humanidad en un futuro más que próximo.
Son muchos ya los ayuntamientos que están invirtiendo en herramientas que permiten la medición y gestión de indicadores de sostenibilidad a nivel social, ambiental y económico, y sobre todo los ligados a la disminución de emisiones de carbono y a la lucha contra el cambio climático, como medio para establecer objetivos y líneas de acción encaminadas a la transición hacia una economía baja en carbono y sostenible.
En una posición destacable está SicaSoft Low Carbon Cities, una plataforma que permite a las corporaciones municipales disponer de información de consumos energéticos, de agua, huella hídrica y huella de carbono, así como de otros indicadores de sostenibilidad importantes para la ciudad, incluyendo los derivados de la actividad empresarial. Se trata de una plataforma software colaborativa adaptada a cada colectivo consumidor de esta información (gobierno municipal, empresas y ciudadanía). Capaz por tanto de ayudar integralmente a la ciudad en su transición hacia una economía baja en carbono.
